Sobre la naturaleza de la magia

Carol & el fin del mundo

— (English version here) —

Famistades, hace unos días, The Love Life of an Asian Guy (LLAG) hizo una publicación acerca del número limitado de historias a las que tenemos acceso. Ese post me recordó que la vorágine mediática es esencialmente propaganda al servicio del Begemot. Sin embargo, lo que nos presentan los medios no es únicamente un anuncio prolongado ensalzando una forma monolítica de vida; hay algo de “carne y hueso” incluido, aunque sea en cantidades mínimas.

En mi opinión el miedo consume a muchos de los personajes principales de las historias más populares. Las resoluciones a las que llegan son temporales, tipo curitas que apenas tapan una herida hedionda y supurante, ya que no llegan a abordar el problema de fondo. La “carne y hueso” de la historia termina de anzuelo para enganchar emocionalmente y obtener la atención de la gente.

Afortunadamente, aún tengo la suerte de encontrar historias que tienen “carne y hueso” en cantidades considerables; historias que comparto entusiasmadamente con mis seres queridos (o sea tú, mi famix).

Una de esas joyas es Station Eleven, una serie de televisión fabulosa que recomendé mucho en la época en la que la descubrí. Algo que no hice en ese entonces fue incluir una advertencia insistente a que se le viera de forma pausada y se tomara tiempo para digerir e integrar, ya que en mi experiencia fue todo un desafío emocional. Después de ver algunos episodios pasé algunas noches en vela o con muchas pesadillas ya que me hizo darme cuenta del nivel de destrucción hacia el que se dirige nuestra civilización. Por eso, dejé de lado el resto de la serie hasta que mis cavilaciones sobre esa idea (me) aterrizaron lo suficiente.

Ahora que lo pienso, debido a las características que tienen las series y películas que disfruto y recomiendo, es muy probable que siempre requieran una advertencia; es decir “ver con cuidado y proceder con precaución”. Ahora bien, aunque la serie que quiero destacar hoy también llega al mismo punto apocalíptico que “Station Eleven”, según yo sólo necesita una ligera advertencia.

Esta serie se llama “Carol & el fin del mundo” y su premisa es que el mundo se va a acabar pronto gracias a un cataclismo del que todo mundo está enterado desde hace algún tiempo. La protagonista, Carol, es una mujer de mediana edad que navega ese escenario mientras renegocia las relaciones familiares que tiene con su hermana y sus padres ancianos.

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Spoilers a continuación.

Tuve muchos sentimientos encontrados mientras observaba el comportamiento de Carol. Por un lado, admiré que, a diferencia de la mayoría de las personas en su mundo, ella no hizo una lista de deseos a cumplir una vez que se dio cuenta de que sólo le quedaban unos pocos meses de vida. No se apresuró a aventarse en paracaídas ni se fue de pachanga permanente. Ella decidió no hacer “nada” y se puso a sentir sus emociones. También me gustó que en ese inter, ella se relacionó con un tipo del que después se distanció de manera bastante delicada ya que era un hombre codependiente que desesperado buscaba tener algo con ella para conseguir una madre para su su hijo. Por otro lado, su apego a cosas como Applebee’s me pareció muy extraño.

No sabía hacia donde iba todo esto, me era impredecible y eso me enganchó, así que la seguí viendo.

Cuando Carol comenzó a trabajar me sentí un poco desconcertada por su decisión. La idea no me parecía completamente loca porque puedo entender cómo tener un marco de operación, una rutina y una estructura, puede ser reconfortante; especialmente cuando el mundo se cae a pedazos.

Lo que me hizo verla toda de un jalón fue su insólito comportamiento en ese extraño ambiente de trabajo. Carol se manifestó como el eje nato de interrupción y cambio, una verdadera rebelde y una persona talentosa en el arte de aportar más amor, compasión y generosidad a esa oficina; alguien capaz de enfrentar sus miedos y de desafiar el status quo.

A través de su historia, me di cuenta de que para muchos adultos, el trabajo es el único lugar que les brinda la oportunidad de conectar e interactuar a fondo con otras personas. El único lugar donde pueden ser testigos de la vida de alguien fuera de roles familiares o sociales pre-establecidos. El único lugar donde también pueden ser honesta y vulnerablemente observados.

Yo siento que eso sucede porque las familias no necesariamente funcionan eficientemente como comunidades afectivas y redes de apoyo; el mundo de la educación, otro bastión más de la conexión forzada, ya no es relevante para la mayoría de los adultos; las fiestas y reuniones, los pasatiempos, la religión e incluso el apoyar una causa tienden a ser, para la gente adulta, situaciones superficiales que rara vez conducen a conexiones significativas o evolucionan hacia un propósito o una práctica.

Entonces, en un mundo donde trabajar ya no tiene sentido pero la gente todavía busca hacerlo para hacer frente a un escenario apocalíptico, Carol se destaca como generadora de conexión dentro de un ambiente laboral.

Generalmente penosa y con voz plagosa, no parece ser la candidata ideal para ese rol. Sin embargo, Carol no se desanima fácilmente e intenta constantemente conectarse con las personas, se pone a su nivel, les habla con honestidad, las observa a fondo y les hace invitaciones frecuentes a testimoniarse mutuamente. Ella se muestra como una fuerza de la naturaleza, pero una muy tierna.

Carol tiene esa cosa tan difícil de encontrar en nuestro entorno, esa cosa llamada poder interior.

Incluso su extrovertida y muy bien adaptada hermana reconoce que lo que Carol encarna es poderoso si bien difícil de tener cerca, porque Carol porta una brújula interior que no se deja llevar por las tendencias. Su manera de ser le permite saber exactamente lo que quiere y estar dispuesta a perseguirlo y decir NO a todo lo demás.

La civilización no pudo apagar ese fuego interno de Carol y ahora, cuando el mundo está llegando a su fin, ella tiene la oportunidad de avivar ese fuego interno además de compartirlo y encender el fuego de más personas.

¡Bruja! ¡Hija de la gran magia!

Una experta en darle la vuelta a las cosas.

Sus hechizos los hace a través de acciones muy ordinarias. Cosas que la gente no consideraría mágicas o ni siquiera dignas de atención.

Amixes, el que se muestre lo poderosas que son las acciones ordinarias ¡me sabe a maná del cielo!

Eso es porque soy de la idea de que la mayor parte de lo que hace que la magia sea mágica es un montón de “cosas aburridas” (es decir: paciencia, disciplina, una práctica repetible para manejar la mierda de todos los días) y una pizca de algunas “cosas aterradoras” (como lo es dirigirse hacia dondequiera que tu antorcha interior te llama a iluminar).

Carol hace magia, esa magia de la que yo hablo, sin pretensiones ni aspavientos, poquito a poquito, y así logra ella alegrar su vida y la de sus semejantes.

El episodio 9, “Arrullo de agua salada: Una Odisea De Surf”, realza ese poder de las acciones cotidianas saliéndose por la vertiente y explorando la historia alternativa de Carol si ella fuera una persona “más adaptada”. La trama es formulaica y se siente insípida y tediosa a comparación del resto de la serie porque esa Carol es del montón. Su “conflicto” se resuelve de forma tan predecible que su “solución” bien podría haber sido extraída de la información de vida de alguna influencer de bienestar estereotípica (una hija de las energías, la terapia con psicodélicos o la ceremonia kitsch de cacao). Si lo de surfear fuera parte de la historia principal de la serie, yo no habría pasado del primer capítulo. Sin embargo, el presentar esa posibilidad dentro de un episodio independiente, me permitió saborear y apreciar aún más el resto de la serie.

Quiero terminar esta reseña con una invitación: te llamo a ti lectorx a brindarle atención a la magia cotidiana, te llamo a ponderar las acciones mágicas y ordinarias que harás el día de hoy.

Otros elementos de la serie que me alegraron la vida:

• Los compinches de Carol no sólo optan por colaborar con ella sino que se vuelven vitales para iniciar esa revolución en la oficina. Hubo espacio para desarrollar sus historias de manera muy amorosa. A mi me encantó especialmente la de Donna.
• El que muchas personas opten en ese mundo apocalíptico por estar desnudos todo el tiempo y/o explorar la poliamoría.
• En la serie la humanidad se restablece constantemente. Por ejemplo: la muerte de David o la invasión pirata.

Opiniones basadas:

• Una gran parte de la magia es crear juegos para que la mente esté entretenida por algunas dificultades mientras navega el aburrimiento de las prácticas mágicas. Carol también hace uso de juegos pero sin necesidad de sacar la salvia, ni los mantras ni aludiendo a que es un ser sublimado.

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